miércoles, 25 de junio de 2008

Ciudad Rampante

Poco despues de haberlo torturado, lo condujeron hacia su celda. Cuando recobró el conocimiento, miró sus desgarradas manos y las desconoció por completo. Lejos, en las ciudades, los edificios se despendieron de sus cimientos y dando espantosos saltos se dispersaron: unos al mar, otros al desierto, solo unos cuantos permanecieron cerca de donde habían sido construidos, esperando tal ves, a que se decidieran aquellas antiguas estructuras que murmuraban bajo sus liberados pies.

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