Flight Instructions.

Compre una olla express. LLenela de esa maldita sopa que su esposa siempre le da y que se encuentra en el refrigerador. Pongala con la flama mas alta posible.Espere a que explote.

Subciudad.

Las almas de los sagrados aztecas no se pueden vengar de nosotros: no sospechan que habitamos las profundidades de las aguas por donde navegan sus canoas.

GUIA PARA HIJOS 2

Tu eres como el mejor actor y lo sabes. Que nada te intimide cuando tu madre te ordene: ¡abre ese maldito cajón¡

Salir.

Calles de luz tenue y ambar. Pasos que no quieren llegar a su destino. Semaforos con libre albedrio. Dalí tropezando en la acera. El arbol de la esquina que logra destruir el cemento con sus raices.Un lejano sonido parecido a una canción de protesta. Grafittis magnificos. El limosmero en su discurso inaudible. Criminales con dizfraz de niño. Coladeras a punto de ser asfixiadas. Cables de luz como amarras de antiguos galeones. Dos hombres en una bicicleta ridicula. Las luces de los aviones constantes. La frase que se olvida al entrar al edificio. Los pies que coinciden al volver a pisar la calle.

GUIA PARA HIJOS

Sientete orgulloso cuando tu padre-fuera de si por la ira-golpee la puerta de tu cuarto y grite: ¡Abre esta puta puerta¡

Contraindicaciones

Solo en las canciones se permite gritar por el abandono.Entretanto es permitido poblar los bares y las alcantarillas; transpasar las coordenadas secretas de los prostibulos, de los manicomios. Connozco a una prostituta que se hace llamar Iris: Es Argentina y tiene un tajuaje en la cintura en forma de nebulosas y galaxias rodeandole su cintura. Le gustan las estrellas. Iris dice que en algún tiempo remoto del cual no se conoce registro eramos como pequeñas centellas, sin cuerpo, adimensionales; y que este accidente que llamamos vida, no es más que una prision temporal, una especie de sanción o castigo -no menciono de parte de quien- del cual, podriamos escapar cuando lo desearamos,cuando dejaramos de creer en la mentira del mundo, y que todo orden en la realidad correspondia a un reflejo del inconsciente que nos hacia repetir ,entre nosotros,el patron destructivo que sufrimos cuando dejamos de ser centellas.

Dice también que hay porciones pequeñisimas de aquellas inmemoriales centellas que todavia nos acompañan, y que estas prefieren fundirse en canciones, en el ambiente cotidiano solo visibles a través del uso de sustancias ilegales;en los poemas, en las consignas de lucha de los obreros. Iris me platica eso siempre, y justo cuando quiero decirle mil ochosientas palabras, pone un dedo sobre mi boca y me dice que el tiempo se ha terminado: entonces mi mano se mete frenetica por mi bolsillo en busca de otro billete.

El inconveniente de lo interesante.

Estaba comodamente sentado en aquel bar, cuando un joven da un brinco y se sube a la barra, acto seguido canta una nota tan alta que rompe algunas botellas. Uno que otro imbecil le aplaude desde el fondo. La musica que subitamente aparece no proviene de la rocola. El joven comienza a hablar de lo que le gustaba cuando era niño, de lo que coleccionaba. sus juegos. Al hacerlo danza:todo parece a aquellos musicales que le quieren recordar la rebeldia a los jovenes. Pero ademas sucede que los demas empiezan a intervenir con sus voces tambien; me veo involucrado en una coroegrafia perfectamente coordinada mientras el acomodador y los meseros se quedan mirando como estupidos. De mi boca sale la frase: Soy el camino que sigue una lagrima la rodar por tu cara, soy una leyenda de la que no querras saber. Sorpendentemente esta frase cupo exacta entre los acordes de la misteriosa musica.Al terminar y despues de algunos segundos en los que nos quedamos inmoviles al concluir la musica regresamos a nuestros lugares.

Ciudad Rampante

Poco despues de haberlo torturado, lo condujeron hacia su celda. Cuando recobró el conocimiento, miró sus desgarradas manos y las desconoció por completo. Lejos, en las ciudades, los edificios se despendieron de sus cimientos y dando espantosos saltos se dispersaron: unos al mar, otros al desierto, solo unos cuantos permanecieron cerca de donde habían sido construidos, esperando tal ves, a que se decidieran aquellas antiguas estructuras que murmuraban bajo sus liberados pies.